Disponer de unos días de vacaciones y la
inquietud de gastarlos en una aventura me llevan a buscar un viaje en moto
fuera de lo convencional. Es el mes de diciembre y en Europa hace bastante frío.
Así que el destino elegido es Vietnam, para hacer la ruta “Border Crawl”. 11 días en moto para recorrer Vietnam del norte y la
frontera con China. Circular en medio de paisajes boscosos de piedra caliza y transitar
por la famosa “Ruta Colonial 4”, conocida por las emboscadas de los Viet Minh a las tropas francesas durante
la primera guerra de Indochina.
Vietnam del norte es lo que los americanos
denominaban el Vietcong (V.C.) cuando
estuvieron en la guerra en la que tanto perdieron. A sus habitantes les
llamaban “Charlies”, como se puede recordar
por las películas de guerra.
En cuanto al clima, en diciembre es la época
seca, mejor para viajar a Vietnam ya que se evita la época de lluvias
(monzones). El clima es tropical aunque los inviernos son fríos en el norte y
hay que tener en cuenta que vamos a la montaña.
Algunos datos de Vietnam. El
idioma oficial es el vietnamita en un país donde viven 96 millones de personas.
Un idioma lleno de acentos y símbolos ortográficos que se habla a base de
monosilábos y palabras bisílabas. La religión principal es el budismo. La
moneda oficial es el Dong (1€ = 26.500 VND). Los billetes están llenos de ceros
y parecen que son los del juego “Monopoly”. Es un país muy barato. En cuanto al
horario, en Vietnam hay 6 horas más de diferencia con respecto a España. Es un
país seguro y generalmente no hay problemas si se decide viajar a este país de
la antigua Indochina.
- Día 1, (13 diciembre) Salida
por la mañana en avión desde Madrid. El vuelo tiene que hacer escala en el
aeropuerto Charles De Gaulle - París (Francia) con una breve parada de una hora
y como era previsible, llega tarde. Así que toca correr -literalmente- por la
terminal en plan gymcana: control de pasaportes, cambio de edificio, coger un
autobús, entrar el último y por poco en el avión. Este segundo vuelo son 11
horas hasta Hanoi.
- Día 2, (14 diciembre): Con
el cuerpo entumecido de tantas horas aterrizamos en el aeropuerto internacional de Noi Bai de Hanoi. Como era de esperar, después de
una escala tan breve, me comunican por megafonía que me presente en el
mostrador de la compañía aérea. Mala noticia, me dicen que mi mochila se ha
quedado en París. Para compensarme el trastorno, me dan 25 € (al cambio) y se
supone que al día siguiente llevaran la mochila al hotel. Un tipo con un cartel
con mi nombre viene a buscarme y me lleva al Golden Lotus Luxury hotel. El
trayecto desde el aeropuerto hasta el centro de Hanoi son 45 minutos de coche. Para
completar los despropósitos, en el hotel me dicen que la habitación no
está disponible todavía, así que me pongo a conocer la ciudad en plan turista.
Casco para chica - Hanoi |
Pagoda Ngoc Son |
Muchos de los que van en moto y los viandantes, como en el resto de países asiáticos, llevan máscarillas para la contaminación. Algunos más presumidos llevan mascarillas de diseño. Es cierto que aparentemente no se aprecia polución. Durante el paseo turístico se ofrecen muchos taxistas intrusos (en coches y motos particulares) y podemos ver también “motos taxi” legales.
En el centro de Hanoi está el barrio antiguo junto al lago Hoan Kiem. En el centro de dicho lago está la Pagoda Ngoc Son (entrada cuesta 30.000 VND), un pequeño templo budista. Desde el lago, un corto paseo lleva hasta la Catedral de Saint Joseph (considerado el Notre Dame del sudeste asiático). Saint Joseph es el legado que ha quedado de la época del dominio francés sobre el país. Tras la visita a la catedral damos una vuelta por el barrio antiguo para llegar al mercado de Dong Xuan. No es el típico mercadillo ni mercado antiguo que podamos esperar. Es una mole de edificio moderno donde se apiñan los vendedores con sus productos. Por las calles de lo que llaman el barrio antiguo, que no es tan antiguo, podemos encontrar, además, diferentes pequeños templos budistas. Un templo limpio, bien cuidado e interesante de ver es la Pagoda Ly Quoc Su, muy cerca de la catedral.
Ho Chi Minh Museum - Hanoi |
Continuando con el paseo llegamos hasta el museo de Ho Chi Minh -héroe de guerra contra los americanos y padre del Vietnam moderno- (entrada 40.000 VND). Junto al museo se encuentra su mausoleo. Un paseo por sus jardines, donde se puede ver la Pagoda del Pilar Único y su pequeño Jardín Botánico.
Pagoda Pilar Unico - Hanoi |
Ya por la tarde en la agencia se hace la presentación del viaje en moto, nos explican en qué consiste y nos insisten en el problema de tráfico en Vietnam. Somos un grupo de 4 aventureros (2 canadienses, 1 alemán y yo) un guía local y una moto de apoyo con un mecánico.
Minsk 125 |
El taller donde recogemos las motos se
encuentra en el borde noreste de la ciudad de Hanoi. Ya encima de las motos lo
primero es salir del más que caótico tráfico de Hanoi y empezamos la ruta
cruzando el Río Rojo hacia el norte por una autopista en busca de la frontera
con China.
Según nos alejamos del bullicio vamos en busca de carreteras
secundarias hasta que finalmente nos desviamos por una. El camino se alterna
con tramos de hormigón y tramos de tierra. Nos adentramos en una zona de
llanura salpicada de montañas forradas de frondosa vegetación. El paisaje
cambia espectacularmente. Parece que nos sumergimos en los paisajes de la
película Avatar. La comida la hacemos con las motos aparcadas en un lado de una
carretera sin arcén a base de bocadillos. La carretera se va empinando y
llegamos incluso a tramos de resbaladizo barro arcilloso. Pero no solo cambia
el paisaje, también la fisionomía de los habitantes. En los pueblos que vamos
atravesando comprobamos que trabajan de forma artesanal y agrupada por gremios.
Cada pueblo, un oficio.
En los caminos rurales tranquilos por los que
circulamos nos encontramos todo tipo de ganado en la carretera: vacas, bueyes,
cabras, patos, muchos perros y aunque no es lo habitual, alguna rata de
considerable tamaño. Hemos culminado la etapa reina en cuanto a cantidad de kilómetros
realizados. Casi de noche llegamos a Lang Son y nos alojamos en un hotel
relativamente moderno, el VI’S Boutique. La cena a base de comida típica
vietnamita en un restaurante cercano. El hotel relativamente moderno se ha
convertido en un hotel relativamente frío. He tenido que cambiar dos veces de
habitación hasta que he conseguido una que tuviera aire caliente. Ya entrada la
noche, una pequeña alegría, aparece mi mochila que han traído expresamente desde
Hanoi.
- Día 4 (16 diciembre) 2ª etapa: Lang Son – Quagn Uyen: 150 km.
Puente de bambú |
En el circular vespertino cruzamos el río Shuikou River Son Bang. Esta vez por un puente colgante de madera, con unas cuantas tablas rotas. A la salida del puente nos encontramos con mucho barro. Las rodadas dejadas en el barro por los camiones provocan el atasco de las motos. Las roderas tienen una profundidad de más de medio metro, esto hace que las alforjas hagan tope con el barro resbaladizo y pegajoso.
Pasando por varios sitios críticos de batalla entre los pintorescos
karst, entramos en la impresionante “Ruta Colonial 4”
(una carretera con más de 500 curvas). Los karst son una forma de relieve originada por meteorización química de determinadas rocas calizas, yeso, etc., compuestas por minerales solubles en agua. Continuamos viendo paisajes
espectaculares donde podemos encontrar gente de las tribus Nung y Tay. Desde este
punto nos dirigimos hacia la pequeña ciudad de Quang Uyen. Llegada a las 17:00
horas, justo antes de anochecer. Pasamos la noche con una familia local en un Homestay, llamado Kieu Chinh Sstilt, un alojamiento rural.
Las motos las aparcamos en la planta baja donde nos sirven la cena tradicional
vietnamita. Dormimos en la planta alta, en una especie de granero en colchones
en el suelo y mosquiteras. Hace bastante frío. Hay que decir que esta ruta nos
lleva a zonas muy remotas y que a veces las condiciones de vida pueden ser
básicas.
Atravesando estos pueblos, uno piensa en la vida de estas personas. Desde niños trabajan en familia. Uno puede comprobar que no tienen hobbys y apenas hay cabida para el ocio.
- Día 5 (17 diciembre) 3ª etapa: Quang Uyen – Cao Bang: 170 km.
Después de un desayuno algo diferente a base
de creps con bacon (además del ya clásico bol con noodles y caldo) nos vamos viendo comunidades de tribus de montaña,
deteniéndonos en el campo y en mercados de gente local, donde las mujeres
campesinas venden sus productos. Es como un mercadillo pero en medio de la
calle. Al rato, llegamos a las famosas cascadas de Ban Gioc (entrada 40.000 VND) del río Quay Son, frontera natural con China. Estas cascadas se parecen
ligeramente a los lagos de Plitvice
(Croacia) pero en pequeño. Muy cerca, pasando el siguente pueblo a la derecha
junto al Guichun River Song Quay Son, cruzamos la frontera y pisamos por
primera vez suelo chino.
Más de 85 % de la etapa ha sido como quien
dice Off Road. Los últimos kilómetros
al estar recién asfaltados, son una delicia para hacer curvas y llegamos a Cao
Bang, donde pasamos la noche. Cao Bang fue una ciudad importante por ser una
ruta a China y la última e importante batalla de la guerra de Indochina. En el
medio de esta ciudad hay una torre eléctrica con la forma de la torre Eiffel de París pintada de blanco y rojo.
El Hoang Anh hotel nos da alojamiento de una calidad relativamente buena. La
cena en un restaurante a base de filetes congelados y que cocinamos nosotros
mismos en plan barbacoa en la propia mesa. Aquí descubrimos que existe vodka de
fabricación vietnamita (licor de arroz). Muy típico beberlo a chupitos
brindando imitando a los patos. Una botella de vodka cuesta 80.000 VND (3 €).
Las cervezas también son muy baratas, unos 25.000 VND (menos de 1 €).
- Día 6 (18 diciembre) 4ª etapa: Cao Bang – Pac Ngoi: 130 km.
Antes de salir con las motos desayunamos en
un mercado cercano al hotel. Hoy seguimos nuestro camino hacia el noroeste
circulando entre altas montañas kársticas. Como muchos días, la ruta en moto es
una sucesión de subidas y bajadas por colinas empinadas y ondulantes, pobladas
por gente de la tribu Dao.
Desayuno típico vietnamita |
En la cima de una montaña paramos a tomar un
café. En Vietnam los cafés suelen ser cafés instantáneos de sobre (3 en 1). Que
nadie espere un café expreso de máquina. Junto a la carretera hay un pequeño
mercadillo donde las campesinas venden sus raros productos de la huerta. Incluso
venden ardillas para comer. Es la primera vez que vemos algo más extraño
comestible. Ya habíamos visto raros tubérculos y en la cafetería (por definirlo
de alguna forma) tienen licores con serpientes, escorpiones …
Seguimos hasta el pueblo de Cho Ra, que tiene un pintoresco mercado. A la salida del pueblo unas barcas nos esperan y subimos las motos en plan Indiana
Jones. Nosotros vamos en otra barca. Disfrutamos de la tarde navegando río abajo
a
través de la increíble cueva de Puong
antes de salir al hermoso lago Ba Be
en el Parque Nacional de Pac Ngoi,
rodeado a ambos lados por bosque primario. Dormimos en la Homestay Nha Nghi Khanh Toan, una casa tradicional sobre pilotes en
una de las orillas del lago en la aldea Tay.
El alojamiento en estas casas son una opción más barata que dormir en un hotel..
En Pac
Ngoi existe un servicio diario de autobús que por 20$ te llevan a Hanoi. El
trayecto dura 4 horas y 45 minutos para recorrer 230 km. Una media de 50 km/h.
- Día 7 (19 diciembre) 5ª etapa: Pac Ngoi (Ba Be Lake) – Bao Lac: 130 km.
Después del desayuno, sobre las 9 salimos con
las motos avanzando hacia el noroeste. Subimos serpenteando las montañas escarpadas
de piedra caliza, gargantas y cañones, donde la gente local ha trabajado
durante siglos para formar unas impresionantes terrazas de arroz, que se
extienden a ambos lados. Descendemos al asentamiento rústico y fronterizo de
Bao Lac, donde los soldados franceses mantuvieron una fortaleza para mantener a
los invasores chinos acorralados.
Las curiosas formaciones kársticas en forma
de cono de los primeros días quedaron atrás. Ahora son macizos montañosos.
Como otros días, vamos atravesando puentes de
bambú y de madera. También riachuelos. Los animales y el ganado están
acostumbrados al ruido de las motos y no se espantan a nuestro paso. Tan solo
algunos asustadizos cerdos y gallinas. En las aldeas hay muchos cerdos
vietnamitas. Los cerdos adultos arrastran sus negras panzas por el suelo con
sus lomos arqueados. Hoy he visto por primera vez una serpiente cruzar la
carretera, algo poco habitual. En estas latitudes apenas hay bichos salvajes o
insectos que podamos ver a nuestro paso. En temporada seca tampoco hay
mosquitos, lo cual se agradece.
Mercado de bueyes en Na Man |
Las mujeres se pasan el día trajinando
cargadas con grandes cestos, en un ir y venir llevando leña o la recolecta de
verduras. Las que son madres de niños pequeños, los llevan atados a la espalda
o al pecho. Los ancianos también ayudan. Las
mujeres mayores tienen las espaldas maltrechas y dobladas de tanto trabajar.
Según pasan los días, comprobamos que el
uniforme nacional de los estudiantes es un chándal blanco y azul. Se ven por
todas partes.
Como en la mayoría de los países del sudeste
asiático, los vietnamitas no cocinan en sus casas. Suelen ir a mugrientas casas
de comida donde desayunan, comen y cenan a bajo precio. La vajilla es lavada en
un cubo de agua sospechosa y los restos de comida que dejan los comensales, van
a suelo. Los vietnamitas comen con palillos y en pequeños cuencos, donde echan
de todo. Cuando se para de comer se dejan los palillos sobre el cuenco para que
no se ensucien. Por influencia de la invasión china en el pasado, han heredado
comer con palillos.
En las farmacias venden las medicinas sueltas
por blisters y sin receta. Aunque lo primero es encontrar una farmacia, ya que
escasean. Aunque es posible ver en algún mercadillo un puesto que hace las veces
de farmacia ambulante. Cuando llegamos a Bao Lac el céntrico hotel Khach San
Thuy Duong nos da alojamiento.
- Día 8 (20 diciembre) 6ª etapa: Bao Lac – Meo Vac: 140 km.
Hoy toca el ascenso a la imponente
meseta de Ha Giang. Una región del
mundo caracterizada por cadenas montañosas asombrosamente hermosas y
formaciones rocosas kársticas habitadas por las tribus Hmong, Bo Yi y Dao Hill. Gente de tribus que viven en
aldeas que parecen que datan del siglo XV. Los niños quieren saludar y son
respetuosos a nuestro paso con las motos. Después de muchos kilómetros tenemos
que echar gasolina en una aldea, ya que no hay gasolineras en muchos kilómetros
a la redonda. Al no existir surtidor, un puesto regentado por una chica nos
sirve gasolina en botellas de plástico reciclado. Es frecuente ver estos
puestos ambulantes de gasolina en los pequeños pueblos perdidos en las
montañas. El precio de un litro de gasolina en una gasolinera es de 19.860 VND
(0,74 €).
Después de atravesar otro puente colgante, pasamos
junto a la presa Thuy Dien Bao Lam.
Hemos llegado a Meo Vac, el pueblo más al
norte de Vietnam y de la frontera con China, donde dormimos en el hotel Hoa
Cuong, frente al rústico estadio de fútbol San
Van Dong. Meo Vac es la ciudad de los neones y las tiendas callejeras. La
provincia a la que pertenece se llama Ha
Giang. La ruta por la mañana ha sido algo más corta de lo habitual, así que
después de alojarnos en un moderno y limpio hotel, hacemos una ruta por los
alrededores para ver sus impresionantes valles. Esta provincia linda con la
frontera de China. En la salida norte de Meo Vac existe una carretera que bien
podría ser la Transfagasaran
(Rumanía) pero esta se encuentra llena de baches, agujeros, tierra, charcos,
pasos de agua, etc.
En un supermecado local comprobamos que un casco
“quitamultas” y una botella de vodka vietnamita valen lo mismo: 80.000 VND (unos
3 €).
En la cena a base de comida típica probamos vino tinto
vietnamita y la sorpresa es su sabor dulce como si fuera vino de Málaga.
Salimos del hotel sin desayunar para hacerlo a
la salida de Meo Vac en un sitio típico. Podemos comprobar la increíble la
cantidad de niños que hay aquí. También vemos un cementerio militar. Uno de los
escasos vestigios de la guerra que se pueden ver por la zona.
Ha Giang |
Increíble paisaje en este área. Como en otras jornadas, pasamos el día explorando las pistas poco visitadas y senderos que unen las aldeas remotas de la colina en esta región declarada patrimonio de la UNESCO. Acantilados escarpados, montañas brumosas y gargantas enormes que recorremos zigzagueando de un lado a otro. El día es fresco pero soleado en la tierra de la tribu autóctona Lo Lo. Estamos a unos 1.400 metros de altitud. El impresionante camino de Mã Pí Lèng Pass siguiendo valles y montañas.
Lung Cu flagpole Ha Giant |
Dejamos el monumento a la bandera y pisamos otra vez suelo chino. Esta vez los monolitos avisan del peligro -como si fueran piratas- de cruzar la frontera de forma ilegal. Antes hemos tenido que hacer una prospección a pie ya que un desprendimiento tenía cortada la carretera.
A la bajada, paramos a comer en una pequeña aldea una especie de paella con pollo. Después de hacer unos cuantos kilómetros en la Ruta Colonial 4 llegamos al valle de Sa Phin donde se encuentra el Dinh Vua Mèo Hmong King Palace. Es el palacio del rey de los Hmong donde vivió a principios del siglo XX y está construido con el estilo arquitectónico de la dinastía china Quing. Delante hay un pequeñísimo mercadillo donde las mujeres venden extraños comestibles (verduras, tubérculos y una especie de tortilla de semillas con aspecto de tortilla de patatas).
Dinh Vua Meo Hmong King Palace |
Pasamos la noche en Dong
Van en un moderno hotel, el Hoa Cuong. Este pueblo grande tiene
mucha infraestructura hotelera. Es curioso que por carretera tan solo son 21 km lo que unen estas
dos localidades y nosotros hemos hecho más de 100 km. Cerca del hotel hay dos mercadillos que cierran
a la caída del sol. Hay muchos turistas chinos y en Dong Van se empiezan a ver
escasamente turistas occidentales. Hasta ahora solo habíamos tenido contacto
con gente local.
En el transcurrir de los kilómetros, a uno de
la tiempo a pensar encima de la moto y se pregunta si en Vietnam tuvo origen la
profesión de mensajero. Todos en este país tienen algo de transportistas. Se
pasan el día acarreando cosas, llevando y trayendo algo encima de sus motos.
Llevamos varios días viendo a mujeres de las
tribus locales con sus ropas llamativas y descalzas, también los niños. La
estatura media ha disminuido bastante en estas latitudes. Todos los miembros de
la familia trabajan. Se pueden ver niños y niñas que a partir de los 6 ó 7 años
ayudan a sus mayores. Aunque parezca explotación infantil, aquí trabajan todos.
- Día 10 (22 diciembre) 8ª etapa: Dong Van – Ha Giang: 140 km.
La “Ruta Colonial 4” también conocida como “RC4”
discurría por despeñaderos y gargantas y estaba rodeada por la jungla. En la
guerra todo ello la convertía en un terreno ideal para las emboscadas, hasta el
punto de recibir el nombre de la route de la mort (la carretera de la
muerte) por la cantidad de bajas que los franceses sufrieron en ella, más
que en los ataques a los fuertes. Transitando por esta mítica carretera continuamos
un incesante recorrido por valles y laderas. En uno de los valles principales
paramos a ver una de las escasísimas ruinas militares francesas de la época
Indochina.
Es increíble la humildad, tal vez pobreza que
se puede ver aquí. Familias enteras trabajando, niños que presuponemos sin
escolarizar. Muchos de ellos descalzos o con unas chanclas mugrientas -como su
piel-. Calzan chanclas de plástico que tan solo valen unos céntimos en un
mercadillo. A otro nivel, pero impacta tanto como India. Ver cómo viven y sobre todo, cómo trabajan. Las duras condiciones de vida y a veces, la suciedad.
Hacemos nuestro lento descenso frente a la
meseta de Dong Van sobre los pasos de montaña, a través de profundas gargantas
y ríos pintorescos. Hay varias opciones de ruta, pero todos los caminos están
llenos de aventura y conducen, finalmente, a la capital provincial de Ha Giang.
Ruta Colonial 4 |
Hoy toca dormir en una homestay muy bonita y una cena deliciosa junto a un estanque. Lo malo, que como siempre, hace mucho frío en esta época del año. Sobre todo cuando se va el sol. Las casas no están acondicionadas ni preparadas con calefacción.
Los horarios en Vietnam son más internacionales
que los de los españoles, se come a las 13:00 y se cena a las 19:00 h.
- Día 11 (23 diciembre) 9ª etapa: Ha Giang – Thong Nguyen: 70 km.
Día de semidescanso, así que por la mañana hacemos
un tramo de unos 70 km en moto atravesando primero zonas de jungla y luego
frondosos bosques hasta llegar a un minúsculo pueblo llamado Thong Nguyen, donde comemos de forma casera. Terminada la
comida, a tan solo 5 minutos llegamos a Pan Hou, un eco-lodge francés al lado de un pequeño río. El
paisaje ha vuelto a cambiar. Debido a las montañas, las terrazas de arroz son
también más pronunciadas y se circunscriben a las formas de las laderas. Es fácil ver como secan el arroz o el maíz junto a las carreteras. En esta
zona habita la tribu Dao.
Pan Hou - Thong Nguyen |
Por la tarde un pequeño paseo por los
alrededores para ver una zona boscosa parecida a la jungla con plantas de
enormes hojas. Por otra parte, llama la atención que toda la cartelería de
negocios (sitios para comer, tiendas, etc.) en Vietnam se hace en vinilos de
colores. En algunos sitios se puede ver como los hombres fuman opio en pipas
hechas con bambú.
- Día 12 (24 diciembre) 10ª etapa: Thong Nguyen (Pan Hou) – Bac Ha: 140 km.
Es Nochebuena, pero aquí no se celebra nada
aunque hay sorpresa en la cena. Salimos temprano envueltos en la niebla de la
mañana a través del bosque y de un valle rural. Al rato el día se torna en
soleado. Después de una serie de sinuosas carreteras agradables pero de
deficiente asfalto, a través de un entorno montañoso remoto vemos cómo cambia
el paisaje. Es extraño pero en esta zona hay pinos, incluso. Las terrazas de
arroz parecen más elaboradas realizando bonitos dibujos según la orografía del
terreno.
Siguiendo el itinerario del río Chay, con enormes montañas trepando a ambos lados. Vemos gran cantidad de bueyes en medio de la carretera. Es territorio fronterizo, donde podremos ver a la etnia de los Hmong, los Nung y la gente de la tribu de la colina Dao. Justo antes de llegar a la ciudad comercial de Bac Ha pasamos por un paso increíble situado a 1.500 metros de alto, que marca el límite con China. Esta vez hacemos noche en Bac Ha, famosa ciudad por su colorido mercado. La sorpresa fue celebrar la Nochebuena en una familiar y divertida cena con los simpáticos empleados del hotel Sao Mai. Todos se empeñaron en brindar con nosotros con vodka vietnamita y les pasó una graciosa factura a base de cánticos, besos y abrazos.
Terrazas de arroz |
Siguiendo el itinerario del río Chay, con enormes montañas trepando a ambos lados. Vemos gran cantidad de bueyes en medio de la carretera. Es territorio fronterizo, donde podremos ver a la etnia de los Hmong, los Nung y la gente de la tribu de la colina Dao. Justo antes de llegar a la ciudad comercial de Bac Ha pasamos por un paso increíble situado a 1.500 metros de alto, que marca el límite con China. Esta vez hacemos noche en Bac Ha, famosa ciudad por su colorido mercado. La sorpresa fue celebrar la Nochebuena en una familiar y divertida cena con los simpáticos empleados del hotel Sao Mai. Todos se empeñaron en brindar con nosotros con vodka vietnamita y les pasó una graciosa factura a base de cánticos, besos y abrazos.
Es día de Navidad. Ultimo día de moto y el
sol también nos acompaña. Hacemos un subida increíble en la que dejamos atrás la
ciudad de Xin Man. Una vez en la
cima, tenemos grandes vistas sobre China. Luego circulamos por tranquilas rutas
rurales donde la gente Hmong vive en
aldeas agrupadas. Antes de bajar a Lao Cai paramos a comer en un pueblo grande
llamado Muong Khuong.
Hekouzhen - China |
Lao Cai está a 30 km de Sapa, que es la región más montañosa y alta de Vietnam (1.600 mt). Nos dirigimos a la plaza frente a la estación de tren, quitamos las alforjas y nuestro equipaje de las motos. Llevamos las motos descargadas junto al tren para que las embarquen. Entretanto, en la plaza nosotros hacemos tiempo en una casa de huéspedes cutre con restaurante hasta que salga el tren a las 21:00 h de Lao Cai. El “ET Pumpkin train” (tren de la Calabaza) es un tren bastante decente con coches cama que nos lleva a las 05:00 de la madrugada a Hanoi. El trayecto hasta la capital son 376 km que hacemos en tan solo 8 horas.
- Día 14 (26 diciembre):
Hoy es Boxing Day, ¿habrá servido de algo la
influencia anglosajona en la celebración de este día festivo?. Parece ser que
no. A las 05:00 nos bajamos del tren y nos dirigimos con las motos hasta la
entrada de la estación donde despedimos al guía Long y al mecánico Chan.
Un taxi nos lleva de vuelta al hotel del primer día.
Torre de la Bandera - Hanoi |
Hanoi se despierta a las 06:30. Hora en que salen en tromba las motos y los coches a tomar las calles. Muchos se dirigen al lago Hoam Kiem a practicar Tai Chi y otros ejercicios gimnásticos.
Como el avión sale por la noche y no tengo hotel, aprovecho para pasar el día por Hanoi y ver lo que queda por visitar en plan turista: Museo de la Historia Militar (entrada 40.000 VND) y su Torre de la bandera. Ciudadela Imperial de Thang Long, patrimonio de la UNESCO (entrada cuesta 30.000 VND). El Templo de la Literatura, templo dedicado a Confucio y que sirvió como primera universidad (entrada 30.000 VND). Si hubiera tenido otro día más libre, hubiera visitado la bahía de Halong. Recomendada por mucha gente.
Ciudadela Imperial Thang Long - Hanoi |
Ya cansado de deambular por la ciudad, pues llevo 16 horas dando vueltas, un coche me recoje y me lleva al aeropuerto por la noche lluviosa. Es la primera vez que veo llover en en Vietnam después de dos semanas. Me espera un vuelo nocturno de 13 horas hasta París. Otra escala de dos horas y media y otras dos horas de vuelo hasta Madrid, el 27 de diciembre a media mañana.
ESTADISTICAS:
- Repostajes gasolina: 4
- Horas diarias en moto: 8
- Media diaria recorrida: 140 km
- Total km recorridos en moto: 1.520 km
Imprescindible llevar ropa cómoda de moto para el frío y el polvo. Hace frío en esta época del año. Ir
dispuestos a transitar por rutas de poco asfalto y malo, muchos caminos vecinales y pistas
forestales con mucho polvo. Las condiciones del viaje, en general, son un poco
escasas, así como la calidad de los hoteles y restaurantes. Pero, siempre,
merece la pena vivir una experiencia como esta.
CONCLUSION: Un viaje de total aventura
en una moto soviética de guerra. Una experiencia única recorriendo unos paisajes impresionantes
y espectaculares de color verde. Increíble frondosa vegetación, campos y terrazas de
arroz dibujadas en las montañas. Recorrer un país en moto por caminos, pistas forestales y
asfalto roto.
Para ver el video resumen del viaje, pincha el link:
Para ver el video resumen del viaje, pincha el link:
gran experiencia por vietnam en moto una pasada los puen tes y los caminos con abismo
ResponderEliminarHa sido una de las mejores experiencias que he tenido. Vietnam es un gran país con una naturaleza increíble, que hace disfrutar aún más de la moto. Muchas gracias.
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